martes, enero 22

Nebulosidad variable

1.- Me arrepiento del post anterior. Lo escribí con burbujas en la cabeza celebrando que en nada no habrá nada que celebrar. Qué coño hago yo haciéndome pasar por un reportero del corazón. No es periodismo, pero es lo peor que he escrito.

2.- El icono de la papelera me llamaba desde hace tiempo. Lo borré todo. Me comprometo a volver a empezar, aunque sea para poder enviarle algo.

3.- La goma de Milán me llevó a hace mil años. A aquel primer día en que era le nuevo. A cuando Junior me enseñaba a atarme los cordones. Con el tiempo he integrado las rebecas a mi vida, como una segunda piel. Es como cuando el otro día volví a escuchar a Manuel Marlasca.
... Y Hasta aquí puedo leer

5 comentarios:

Laura Abella dijo...

Bueno, no pasa nada, no ocupes espacio con arrepentimientos, de vez en cuando esta la mar de bien soltar sin pensar

grelinno dijo...

1. Nada que celebrar... anda, anda, en menos delo que canta un gallo te monto yo una celebración por todo lo alto.

2. Eso no se vale... ¡ea!, contigo siempre tengo la sensación de que juegas con ventaja. Eres un estratega y yo soy un blando.

3. Jajaja... me hace gracia eso de la goma Milán porque desde que nos planteamos irnos allí y desde que yo le dije a A un: "claro, es que tú siempre tuviste ganas de ir a Milán, ya desde pequeña, cada vez que veías la goma de borrar, tan blanca ella, con el MILÁN escrito en azul.." (que luego resultó que esa frase que creí mía al pronunciarla ya había sido pronunciada por otra persona) pues como que no paro de encontrar referencias a Milán y a las gomas. Iremos a Milán.

... tajetita por aquí.

MarivipSuperstar dijo...

I. No deberías arrepentirte de nada. Normalmente en estado gaseoso, (por aquello de las burbujas), solemos explayarnos agusto y sin condicionamientos de ninguna clase. Aunque después, en estado sólido, nos resulte duro lo que hayamos podido decir. Pero... Y el peso que se quita uno de encima, ¿que? Nos pasamos la mitad de la vida cargando lastre, pero nadie tiene en cuenta que necesitamos la otra media para soltarlo así que, aunque suene a topicazo, no te arrepientas de lo que has hecho, sino de lo que te dejaste por hacer y si alguien se pica, será porque ajos come, ¿no crees?

II.Begin the beguine... Ritmo anhelante de amar que sirve de senda a la melodía que me hace olvidar mi melancolía trayendo a mi mente un nuevo ideal

III. Uno de los grandes recuerdos de mi infancia es cuando tenía que ir a comprar una goma nueva de borrar. Atravesar la puerta de aquella papelería y escuchar el ¡clink, clink...! de la campanilla que tenía suspendida para avisar de que alguien requería de la presencia del papelero, y quedarme boba mirando aquella caja de gomas nuevas, ligeramente empolvadas de blanco y tan suaves como el culo de un bebé, intentando decidirme por el color de la que me iba a llevar a casa como si aquello fuera todo Mi tesooooro Era toda una experiencia religiosa. Pero vamos, que si de lo que se trata, es de ir a Milán... ¡Pues se va!

Lau dijo...

1. ¡Uy! ¡Nada que celebrar, dice! ¿Y esa mariscada pendiente para vernos los zapatos? Vale que mi lista de asuntos pendientes es interminable, monada, pero llevo buena cuenta de todo.
Además, tampoco fue para tanto, ¿no?
2. Envíale, envíale que Greli se merece todo y más.
3. Yo sigo usando gomas Milán. Iba a decir que por último año, pero no porque las gomas Milán son un clásico.
Estas volviendo a hacer un montón de cosas: oir a Marlasca, escribir en el blog... ¿No son motivos para celebrar?
Ánimo!

Quién soy dijo...

Vale, lamento haberte puesto nostálgico, pero al Manuel Marlasca que escuchaste no creo que le hubieses escuchado antes, a no ser que oyeses los boletines de madrugada de Antena 3 de Radio del verano del 86 o un programa de Radio Nacional que se llamaba La Ley de la Calle. Yo, Manuel Marlasca, no había estado nunca en Onda Cero. He hecho casi toda mi carrera –salvo esas dos excepciones– en la prensa escrita. Pero me encanta que me escuches. Un saludo. Y yo también uso gomas Milan. Pásate por mi blog:
manuelmarlasca.com