
1.- Ya ves qué cosas. Esta mañana entro en el blog de Nico Abad (veáse en la imagen) y me entero que le han entrevistado para este gran periódico por el que me desvivo y en el que me pagan tan bien (no me mercen); pregunto que dónde sale, en qué momento. Vamos, las clásicas preguntas del periodista: dónde, cómo, cuándo... Pero el ambiente se agria y me dicen que trabaje y me deje de tonterias. Voy y me chivo en su blog: oyes que me dicen que a mi que me importa... Y va el tio, que es más majo que una aspirina en dÃa de resaca, y me manda un e-mail que no reproduzco porque de mi vida personal no hablo. (A mi plin, yo soy Ordóñez DominguÃn) para indicarme cuándo sale el reportaje y yo pienso; pues que les den a toda esta panda.
2.- Nueva York siempre tiene el mismo sonido; de dÃa como de noche pero te atrapa con la resina de la ficción. Cuando cambié de ciudad pensé que mis problemas los aparcaba allÃ. Pero no, los arrastré y los cambié de escenario. Y descubrà el poema de Cavafis, En la ciudad y me sentà identificado.
3.- Le he dicho a Susana: -Eso ya lo publiqué yo el cuatro de julio!!!! Ella se ha quedado pensativa y al rato ha musitado: -El 4 de julio estaba en la Habana... Como todos, la melancolÃa nos muerde la pantorrilla y nos damos cuenta de lo felices que fuimos sin darnos cuenta.
...Y hasta aquà puedo leer.